Los recursos de la tierra deben protegerse reduciendo la pérdida de ecosistemas y de biodiversidad. La biodiversidad y una biosfera que funcione son fundamentales para la salud de los ecosistemas y, a su vez, para la salud de los seres humanos. Más de 1.600 millones de personas dependen directamente de los bosques para su sustento y muchas más dependen más en general de los recursos forestales. La desertificación, la caza furtiva y los cambios ambientales siguen poniendo en peligro a las especies en la tierra y en el agua. La tecnología de satélite y de drones son algunas soluciones que se pueden emplear para alcanzar este objetivo.